A los pocos segundos de que me soltaran el cabo, acompañado del grito: "Quedó el cabo en el agua" el motor se apagó.
El gran error fue querer salir solo a motor ya que mi práctica con motores fuera de borda se reduce a un par de experiencias.
Entonces abro la vela de proa, intento traslucharlo sin darme cuenta que tampoco tenía la orza abajo.
La marea estaba muy fuerte y bastante crecido, en segundos estaba llegando a las rocas. La opción de tirar el fondeo ya no servía porque hubiera quedado con la popa sobre las rocas.
Solo quedaba la opción de llegar a la costa con los menores daños posibles.
Se ven dos formaciones de rocas y en el centro unos pastos que salían del agua.
Increíblemente no tocó absolutamente nada hasta llegar al pasto, que como no había subido del todo la pata del motor tocó una piedra que estaba cerca de los pastos.
Otra historia fue sacarlo de donde había quedado, tengo que agradecer sinceramente a los funcionarios del NYC y socios que al mando de Sebastián trabajaron duro para sacar al SURFATI del lugar bastante complicado que había quedado y sin ningún tipo de consecuencias. Desde el monumento a Gandhi, volvió al NYC por la vereda.
Un par de días después, fui hasta el lugar y no podía creer la suerte que tuve de pasar por donde pasamos. En la foto se ven las dos formaciones de piedras y al centro los pastitos salvadores.
