Con Lucho y Daniel, salimos a navegar un sábado de mañana cerca de las nueve y media. El día estaba muy lindo y en el rumbo hacia el Este, el Matrero se sentía muy cómodo. Como de costumbre, las charlas con buenos amigos y navegando hacen que el tiempo no corra. Una hora después de haber salido del Buceo, ya estábamos buscando la boya de Bajo Sara. Antes de las 11, la Isla de Flores estaba tan cerca que no nos resistimos a arrimarnos. Después de tantos años de no ir, comprobamos que nunca va a perder su magia sino todo lo contrario, cada vez tiene más y como dijo Lucho, la selfie en que estamos los tres en proa con Flores de fondo lo dice todo. La próxima ida, esperamos que sea de varios barcos y con almuerzo en Flores!